:: DIARIO DE UN IMPRESOR CON GOTERAS [5] ::

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:: ANUNCIO ::

:: GECOBESA ::

:: BÉJAR ::

:: diseñado por AGH impresores en Béjar ::

:: felipe@lfediciones.com ::

El Centro Turístico "Sierra de Béjar" fue abierto en 2001. Inicialmente contaba con 3 pistas de esquís. Su construcción estuvo precedida de una intensa polémica entre organizaciones ecologistas1 y los promotores del proyecto. De hecho, la financiación prevista para su construcción por la Unión Europea fue cancelada por su falta de adecuación a los principios medio ambientales comunitarios, al afectar a zonas de alto valor medio ambiental de la Sierra de Candelario2 , protegida bajo diferentes figuras: ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves), LIC (Lugar de Interés Comunitario de Candelario) y Reserva de la Biosfera (2006). La construcción de la estación esquí y sus accesos fue sufragada principalmente por la Diputación de Salamanca y el Ayuntamiento de Béjar. La explotación actual de la misma la realiza la empresa Gecobesa.
Se encuentra ubicado en la Sierra de Béjar, dentro del término municipal de La Hoya, provincia de Salamanca. En la actualidad cuenta con 20 pista y 19.5 kilómetros esquiables, comprendidos entre una cota mínima de 2000m y una máxima de 2360m.
Orientada hacia el nor-noreste y con la protección contra el viento que ofrece todo el macizo, hace que el sol no perjudique la calidad de la nieve. Las nevadas se producen como consecuencia de la entrada de masa de nubes desde el Atlántico, haciéndose más frecuentes al comienzo del invierno. Entre los problemas a los que se enfrenta se puede señalar la formación de hielo, las ventiscas y la persistencia de las nieblas. En 2005, el número de días esquiables fue de 109.

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DIARIO DE UN IMPRESOR CON GOTERAS [5]

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Hay una relación complicada entre los impresores y sus clientes, fundamentalmente por una pérfida interpretación del trabajo que gran multitud de clientes tienen con uno de los procesos de las artes gráficas: la preimpresión y el apartado de diseño.

Llega el cliente de turno planteándote una idea de trabajo para que se la desarrolles… hablas con él de largo con el fin de captar con precisión lo que desea y te pones a trabajar en lo que, con toda la relatividad del mundo, se ha dado en llamar trabajo creativo. Le echas unas cuantas horas al asunto, buscas imágenes precisas y trabajas sobre dos o tres argumentos distintos para conseguir captar la idea… sacas unas pruebas y avisas al cliente para que se acerque a verlas… el tipo llega, mira, pone caras raras y te propone cambios… realizas los cambios propuestos y le vuelves a llamar… ya le gusta la cosa y todo son albricias, y llega la hora del pedido… “sácame tres copias en SRA3…”… y tú se las sacas y le presentas la minuta: 3,30 euros por las tres copias y 120 € por el trabajo de diseño [cinco hras] y pruebas… el tipo se pone de colores, se le muda la faz y empieza a vomitar una perorata de incongruencias que van destinadas a explicarte que el trabajo es la justa impresión de los tres SRA3, que lo del diseño es un cuento chino, que eres un carero y un sinvergüenza, que te metas por donde te quepan las impresiones y que aquí paz y después gloria… eso cuando no le has enviado las pruebas vía correo electrónico y a los dos días te encuentras el material impreso por las calles sin volver a verle jamás la carita al perico en cuestión… es triste, coño.

Otro día hablamos de la propiedad intelectual y los anunciantes… que es un tema chuli.

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